Skincare: Cómo Cuidar tu Piel como un Profesional
¿Has escuchado la expresión: una imagen habla más que mil palabras? Nuestro rostro es esa primera impresión que damos al mundo. Por ello aplicar un buen skincare y mantener una piel saludable debe formar parte de nuestra rutina diaria.
Sigue leyendo este artículo, te mostraremos algunos aspectos que debes tomar en cuenta a la hora de aplicar tu skincare cotidiano.
Skincare ¿Qué es?
En español se podría definir como el cuidado de la piel, pero esto va mucho más allá de la estética o la belleza.
La piel es el órgano más grande del ser humano, que abarca aproximadamente una quinta parte del total de nuestro cuerpo. Aunado a esto, la piel está conformada por tres capas: la hipodermis, que es la capa más interna, la epidermis, que es la capa media y la dermis. En este caso nos enfocaremos en los cuidados de la primera capa, la dermis.
Pero, ¿Cuál es la importancia del Skincare?
La piel es una barrera protectora que nos protege de un sinnúmero de bacterias, virus y demás.
Cada día, el cuidado personal va evolucionando, en el caso del skincare, ha pasado de remedios ancestrales, a fórmulas específicas que médicos especialistas recetan según cada tipo de piel.
Lo cierto, es que si quieres retrasar los signos del envejecimiento y disfrutar de una piel sana, debes practicar diariamente una rutina de limpieza que se enfoque en ti y en tu piel. Antes de mencionar cualquier recomendación, reitero la importancia de visitar a tu dermatólogo de confianza para que indique el tratamiento que necesita exactamente la piel de tu rostro.
¿Cuál fue el inicio del Skincare?
Muchas civilizaciones antiguas, ya empleaban la rutina de belleza o skincare. Desde los egipcios se planteó la idea de cuidar la piel. En esta era, se creía que la belleza permitía tener una conexión directa con los dioses, por ejemplo Cleopatra, la última reina de una dinastía helenística en Egipto, contaba con una belleza que cautivó a hombres como Marco Aurelio y Julio César.
Esta famosa reina, era reconocida por cuidar su piel y mantenerla joven. Aunque su genética le ayudaba a ser muy bella, pues, contaba con una piel blanca uniforme y rasgos helenísticos, ella reforzaba su belleza con tratamientos particulares, como mascarillas con arcilla, baños de sales del mar muerto, así como baños de leche y miel que cubrían toda su piel.
Por otro lado, el uso de jabones, aceites y esencias con ingredientes naturales trascendió de Egipto, pasando por Mesopotamia y continuando con los griegos, quienes empleaban aceite de oliva, moringa, almendras, sésamo, entre otras.
También en la Roma antigua se empleaba el vino, los baños con esencias, hasta la depilación. Incluso se profundizó el maquillaje como una forma de estatus entre los gobernantes, quienes buscaban siempre lucir una piel lozana y joven con leche de burra, miel, harina de avena, entre otros.
Posteriormente, en la Edad Media y el Renacimiento, siguieron creándose ungüentos, cremas y productos naturales para cuidar la piel. Ese afán a la perfección los llevó a usar hasta ingredientes tóxicos que blanqueaban la piel como el plomo blanco y el mercurio.
El Skincare en la actualidad
Para el siglo XX y siglo XXI, el cuidado de la piel o skincare, siguió evolucionando con tecnologías que proporcionan mayores beneficios, aplicando la ciencia y creando nuevas técnicas que buscan prolongar la juventud.
De igual forma, la medicina milenaria de Asia, se ha posicionado con masajes faciales y recetas que trascienden el tiempo, creadas con avena, arroz, centella asiática, extracto de Ginseng y muchas hierbas curativas que regeneran tu piel. Actualmente,
Skincare según los tipos de Piel:
Para realizar el skincare adecuado, debes detectar qué tipo de piel tienes. Existen hasta el momento 4 tipos de piel, los cuales varían en cada persona, estos pueden ser: normal, grasa, seca o mixta. En este sentido, lo primero que debes hacer es visitar un dermatólogo que pueda determinar de forma concisa y certificada el tipo de piel y el tratamiento que necesitas.
A continuación te brindaremos algunas sugerencias con las que te puedes apoyar para reforzar lo que te indique tu médico según tu tipo de piel:
1.- Piel Normal:
Los poros se ven más cerrados, la piel se observa humectada y con elasticidad, sin brillo ni grasa excesiva. Puedes emplear una limpieza e hidratación sencilla, pero sin olvidar nunca el protector solar
2.- Piel grasa:
Se observa una piel grasosa, con presencia de sebo, indicios de acné y espinillas, poros bastante dilatados y la zona T (frente, nariz y barbilla), muy brillante. En este caso es preferible evitar cremas y aceites, se recomienda usar tónicos astringentes y no comedogénicos, para que no generen más grasa.
3.- Piel seca:
se muestra una piel con flacidez, observándose finas líneas de expresión y arruguitas. Además, se sentirá áspera al tacto. En este caso es recomendable usar cremas hidratantes, aceites faciales, productos lechosos y serums con ácido hialurónico
4.- Piel mixta:
Ya en este caso se deben combinar los ingredientes, pues corresponde a una piel, que en la zona T se muestra grasosa y en el resto del rostro es reseca, para ello se ajusta en cada parte lo que se indicó anteriormente.
Pasos Básicos de una Rutina de Skincare:
Una rutina fija y constante marcarán la diferencia en tu piel, enfocándote específicamente en las zonas más sensibles como la piel del rostro, el cuello, el escote y las manos. Aunque existen muchas formas de skincare y estas varían según la cultura o la edad, el cuidado de la piel tiene unos pasos básicos, estos son:
Paso 1:
Limpiar el rostro de forma adecuada con un jabón ideal para eliminar impurezas, grasas o sebo que se acumula durante el día y ayuda a prepararla para las cremas.
Paso 2:
Emplea un tónico que ayude a regular el ph de tu piel, dejándola fresca y lista para recibir tu tratamiento.
Paso 3:
Utiliza un serum que contenga según tu necesidad, puede ser ácido hialurónico, vitamina C, vitamina D u otro serum con colágeno.
Paso 4:
Aplica ahora una crema hidratante, hay muchas marcas reconocidas en la línea cosmética que ayudan a dar la hidratación que necesita tu rostro.
Paso 5:
Usa protector solar. Es el último paso, pero no el menos importante que no se puede saltar, ya que, el protector solar protegerá de los rayos UV que manchan y dañan la piel. Recuerda aplicarlo varias veces durante el día, con una cantidad suficiente para cubrir tu piel.
Consejos para que tu skincare sea trascendental:
Puedes adicional a lo antes mencionado, aprovechar para realizar otras recomendaciones adicionales, como por ejemplo:
- Sé constante con el skincare, la clave del éxito es que de forma juiciosa y disciplinada, lleves a cabo el cuidado de la piel todos los días.
- Descansa lo suficiente. Dormir bien te ayudará a relajar los músculos y renovar células importantes durante la noche.
- Come de forma saludable, evita el exceso de azúcares, grasas procesadas y harinas refinadas. Aliméntate con frutas como fresas, moras, arándanos, kiwi, papaya, mango, granadas y vegetales como espinacas, zanahoria, brócoli.
- Visita regularmente a tu dermatólogo de confianza y analiza junto a él, el proceso y los resultados.
Una rutina de Skincare rejuvenece tu piel:
Tienes que tomar en cuenta que lo antes mencionado es solo un skincare básico para mantener una piel limpia e hidratada pero si ya presentas algunas afecciones específicas como rosácea manchas acné te recomiendo usar los productos que te especifique tu dermatólogo.
Recuerda nunca automedicarte, ya que esto puede pasar de ser una solución a un problema más complejo. Disfruta de una piel luminosa y llena de vida realizando tu skincare diariamente y combinando los productos de la más alta calidad. Recuerda que es tu rostro y es tu primera carta de presentación
¡Cuida tu piel y la de tu familia aplicando tratamientos de skincare adecuados y alarga tu juventud de la mano de los especialistas y de Todoservy.